Los paseos por la capital belga ofrecen la contemplación de grandes monumentos, interesantes museos y exposiciones, numerosas tabernas y restaurantes para degustar platos belgas y de todo el mundo, o enormes murales que animan el aspecto de la gran urbe. Pero también durante esos paseos se observan atractivos escaparates que ofrecen al visitante los productos más típicos de las tradiciones belgas, y muchos de ellos son un buen recuerdo para llevar después a los allegados o simplemente para no olvidar en el domicilio un viaje a Bruselas.
Las especialidades gastronómicas
Hay dos productos que destacan sobre todos los demás. Por un lado el chocolate, y por otro la cerveza. En cuanto al chocolate, se puede adquirir en establecimientos especializados, donde los golosos pueden dejar caer la baba. Aquí, al ser el chocolate un producto perecedero y sensible a las condiciones ambientales, disponen incluso de bolsas refrigerantes para que sus bombones y pralinés lleguen hasta el destino en condiciones óptimas. No obstante, en cualquier pastelería o patisserie se pueden ver mostradores repletos de chocolates con diferentes formas y matices.
Y en lo referente a las cervezas, la cantidad de marcas, tanto industriales como artesanales, es abrumadora. Evidentemente es imperdonable no tomarla en las típicas tabernas de Bruselas. Pero si alguien desea llevarse un muestrario hasta su casa, puede adquirirlo en las abundantes cervecerías, y a un precio más económico en las superficies comerciales.
La tradición téxtil belga
Desde la Edad Media, Bruselas y otras ciudades belgas, se convirtieron en importantes centros de la industria textil. Fueron y son famosos sus tapices con todo tipo de motivos decorativos. Y ¿quién no hay oído hablar de los famosos encajes y bordados belgas? Hay multitud de negocios que venden estos productos, si bien hay que saber que en la inmensa mayoría de los casos se trata de productos industriales, ya que los realizados de forma artesanal pueden alcanzar un valor sumamente elevado.
Esta tradición de siglos hoy en día está siendo renovada por los diseñadores de moda más célebres de Bélgica, los cuales crean innovadoras prendas que incluyen los bordados típicos de la tradición del país. De hecho, la industria de la moda en Bruselas es sumamente importante, y en zonas como Stijl o en torno a las calles Saint Gilles, Bailli o la Place du Châtelain se pueden comprar las creaciones de los modistos más modernos belgas, llevándose a casa una prenda que nos distinguirá de nuestras amistades.
El noveno arte: El cómic
Otra de las compras típicas en Bruselas, sobre todo para los apasionados de la novela gráfica, son los cómics. Una actividad que es todo un referente cultural en Bélgica y una verdadera industria económica.
photo credit: Francisco Anzola via photopin cc Escrito por Armando Cerra
