Si hubiera que nombrar un único museo en Florencia, no cabe duda que por la cantidad y calidad de las obras que expone habría que citar la  Galería de los Ufizzi. Sin embargo, si hubiera que nombrar dos, entonces ya tendría cabida la Galería Palatina. Y es que las colecciones que salvaguarda este museo, en cualquiera otra ciudad del planeta serían su máxima atracción turística y cultural.

Ocho museos en uno

La Galería Palatina ubicada en el interior del enorme Palacio Pitti, situado en el barrio de Oltrarno por ubicarse en la orilla opuesta del río Arno respecto a la plaza de la Signoria, acoge ocho museos distintos, y todo ellos están originados en las posesiones que atesoraron los Medicis y los siguientes propietarios históricos que tuvo el palacio.

Museos de pintura

De los diferentes museos, destacan las salas de pintura con obras maestras de artistas del Renacimiento y Barroco, como Tiziano o Rafael. Pero además su interés reside en que se muestran obras de tendencias artísticas que están poco representadas en la Galería de los Ufizzi, de manera que es un complemento ideal para comprender la historia del arte florentino, italiano y europeo. Pero además hay salas dedicadas exclusivamente a un artista, en algunos casos no conocidos en exceso. Ése es el caso de la llamada Sala de Psique donde se ven obras del pintor Salvatore Rosa, un interesante pintor de características propias del Romanticismo. Y  hasta se puede ver el espacio dedicado a arte más reciente, como es la Galería de Arte Moderno, situada en la segunda planta, y que es un contrapunto visual con el arte más histórico, ya que se trata de obras realizadas en el siglo XIX y a comienzos del XX. De esta forma se pueden pasar horas contemplando las pinturas de la Galería Palatina y paseando por las diferentes estancias palaciegas de sugerentes nombres como Sala de Júpiter, la Sala de Ulises o la Sala de Saturno.

El resto de museos

Pero en el Palacio Pitti las colecciones expuestas van mucho más allá del arte pictórico. Los Medicis como mecenas del arte y amantes de la belleza, y también de la ostentación, acumularon infinidad de objetos de toda índole. Ésa es la base de las colecciones del resto de museos visitables. Así está el Museo de la Platería, donde hay joyas y orfebrería, pero también valiosos objetos tallados en marfil. O el Museo de las Porcelanas, con objetos cerámicos de variadas procedencias, muy codiciados por los hombres más ricos de cada época. Y para acabar se puede descubrir otras colecciones más singulares en el Museo de la Carroza o en la Galería del Traje.

photo credit: Averain via photopin cc

Escrito por Armando Cerra