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Mirador de Miguel Ángel

Hay un dicho florentino que dice que “Florencia es una pentola”, es decir, una olla. Una sensación que sobre todo se nota durante los días más calurosos del verano. Y esto se debe a que todo el casco urbano se encuentra rodeado por pequeñas colinas que dejan a sus pies el valle donde se asienta la urbe y por donde discurre el río Arno.

Precisamente se hace necesario atravesar el río para llegar hasta una de estas colinas, donde se encuentra el Mirador de Miguel Ángel. Este es un lugar turístico de primer orden porque hasta aquí llegan la práctica totalidad de los turistas que viajan en tours organizados que se desplazan en autobús.

Las mejores vistas de la ciudad

Y es que desde este punto se contempla todo el conjunto de la población de Florencia, e incluso en los días claros se llega a descubrir a lo lejos la campiña Toscana y otras poblaciones de las inmediaciones. Por ello bien merece la pena darse un paseo hasta aquí, aunque sea caminando y ascendiendo por las escaleras que desde prácticamente las orillas del Arno conducen a esta explanada.

Son infinidad los turistas que se encaminan aquí a lo largo del día, por eso no es extraño que aparezcan numerosos puestos de venta de recuerdos, y que la gente se acumule en la balaustrada para contemplar y fotografiar las amplias vistas. Especialmente esta aglomeración se nota durante las últimas horas de la tarde, cuando es habitual subir hasta ahí para ver el atardecer. Aunque es mucho más solitario e íntimo disfrutar del lugar con las primeras horas de luz del día.

El David

El mirador recibe el nombre de Miguel Ángel porque toda la explanada donde se asienta tiene diversas réplicas de las obras del escultor florentino, dominadas claramente por la presencia central del gran David tallado en mármol. No hay que olvidar que el original se encuentra en la Galería de la Academia y que la réplica más famosa es la que hay ante la fachada del Palacio Vecchio. Sin embargo, la copia del mirador también es de una gran belleza, sobre todo por el entorno que la rodea.

Porque otra de las grandes ventajas del Mirador de Miguel Ángel es que se encuentra en un espacio verde, rodeado de vegetación, y por lo tanto, como ya hemos dicho más arriba, si el viajero está visitando Florencia en los meses calurosos de julio o agosto, escaparse hasta este punto de la ciudad es todo un respiro para la sensación de agobio que se puede llegar a sentir en el casco antiguo.

Dirección: Piazzale Michelangelo, Florencia

Autobús:

  • Las siguientes lineas tienen parada en las inmediaciones de la Piazzale Michelangelo: 12, 13

photo credit: Gaspa via photopin cc
Escrito por Armando Cerra

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