Este museo es uno de los más peculiares de Atenas y posee una de las colecciones más singulares de este tipo de arte. Si bien hay que decir que la denominación completa es Museo de Arte Cicládico y de Arte Griego Antiguo, ya que es lo que coleccionaron sus impulsores, Nicholas y Dolly Goulandris, miembros de una familia de armadores de griegos que se cuentan entre las más ricas del país.

Pero más allá de sus negocios, estos personajes sentían verdadera pasión por el pasado y el arte de su tierra, y por ello acumularon una enorme colección de objetos históricos, que finalmente reunieron para el público en 1986 en este museo privado situado en el barrio de Kolonaki, concretamente en la calle Neofytou Douka, 4.

¿Qué es el Arte Cicládico?

Este nombre remite inmediatamente a las islas Cícladas del mar Egeo, especialmente al entorno de la isla de Delos, donde entre la postrimerías del IV y el III milenio antes de Cristo floreció la civilización cicládica, cuya máxima expresión era el trabajo escultórico del abundante mármol que surge en sus canteras.

Se trata de un arte único, cuyas características principales son la depurada técnica de sus artífices, capaces de crear formas esquemáticas y casi abstractas en la piedra. De ello se encuentran centenares de ejemplos en el Museo de Arte Cicládico ateniense.

Allí se observan desde esculturas a tamaño real hasta otras obras de un tamaño diminuto, pero siempre con el característico sintetismo de estos artistas, capaces de crear siglos atrás unas obras con poco parecido con la realidad pero de un aspecto de extraordinaria modernidad. De hecho, una de las joyas de este museo es una escultura denominada “El Modigliani” por su afinidad estética con los cuadros que pintó ese artista a comienzos del siglo XX.

El Arte Griego Antiguo

Pero si lo más singular de este museo son sus piezas de arte cicládico, la exposición se completa con la colección de su segundo piso, donde se hace un recorrido por el arte Griego Antiguo.

Allí se suceden también centenares de piezas de gran belleza, y todas ellas datadas entre el año 2000 y el 400 antes de Cristo. Es decir, anteriores a la época de máximo esplendor ateniense. Y sin embargo, la colección, en la que dominan los objetos cerámicos, es de un valor incalculable, ya que posee ánforas y diversos modelos de vasijas, que manifiestan el gusto heleno por este arte que conjuga al mismo tiempo el dominio de la alfarería como el de la pintura, porque todas están decoradas con escenas mitológicas o de la vida cotidiana de aquellos siglos.

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Escrito por Armando Cerra