Situada a la entrada del barrio de Les Marolles, la iglesia Notre Dame de la Chapelle es uno de los templos más interesantes de Bruselas. Entre otras cosas porque su arquitectura es fruto de varias épocas y distintos estilos arquitectónicos que le otorgan una apariencia muy singular.

Historia de Notre Dame de la Chapelle

Los orígenes del templo se remontan a principios del siglo XIII, y de aquella época datan el transepto y la torre que se eleva sobre el crucero en claras formas románicas. Mientras que el coro que se conserva ya se construyó en la segunda mitad de ese mismo siglo, con el incipiente estilo gótico brabantino que perduraría como principal estilo arquitectónico en Bélgica durante las siguientes centurias. De hecho, en los siglos XV y XVI fue cuando se construyeron las naves y la torre ya plenamente góticas.

La visita a la iglesia

Exteriormente, Notre Dame de la Chapelle requiere una ojeada tranquila para apreciar los detalles de los pináculos o las curiosas gárgolas que rodean la cabecera de la iglesia. Pero una vez que se entra a sus naves se pueden descubrir numerosos detalles tanto arquitectónicos como escultóricos y ornamentales de diversos momentos de la historia de la ciudad.

Uno de ellos son la serie de figuras de los apóstoles realizados en el siglo XVII en los pilares de la nave central. Y otro es el púlpito ejecutado un siglo más tarde. Todo esto sin salir de la nave central, pero cuando se observan las capillas laterales las sorpresas artísticas continúan.

Por ejemplo, aquí se puede buscar la tumba de uno de los pintores más importantes del arte belga, Pieter Brueghel el Viejo, marcada con un epitafio datado en 1569, donde también se especifica que el artista quiso estar para toda la eternidad acompañado de su esposa Marie Coucke.

Y en otra zona de la iglesia, en la Capilla del Sacramento se encuentra la tumba de otro personaje insigne en la historia de Bruselas. Se trata de Françios Anneessens, un líder de los gremios de los oficios, que en su lucha por las libertades municipales y los derechos de los trabajadores, acabó decapitado.

A esto hay que sumarle la gran cantidad de pinturas realizadas con la técnica de al fresco o los trípticos con imágenes religiosos pintados por otro destacado artista belga, ahora del siglo XVII, De Clerk.

Además la iglesia posee dos espectaculares órganos históricos, cuya calidad de sonido y resistencia al paso del tiempo está contrastada. De hecho, en la actualidad se siguen utilizando regularmente, y no es extraño que se celebren concierto de música sacra en la iglesia haciendo sonar esos instrumentos organistas de gran renombre.

photo credit: Sitomon via photopin cc

Escrito por Armando Cerra