Teniendo en cuenta el bilingüismo que impera en Bruselas, para hallar esta plaza en un callejero de la ciudad hay que tener en cuenta que puede aparecer con su denominación en francés: Place des Palais o con su nombre flamenco: Paleizenplein.

Una plaza de carácter oficial

De una u otra forma en cuanto se localiza y se llega hasta ella, rápidamente los visitantes aprecian el tono solemne que se respira en este espacio. De hecho este es el lugar por excelencia para el desarrollo de la vida política más oficial de la nación.

Toda la plaza que da abierta por un lado al fantástico Parc de Bruxelles, mientras que en el otro lado se eleva el Palais Royal. Una construcción oficial que se levantó entre los siglos XVIII y XIX, aunque en los primeros años del siglo XX su apariencia fue reformada con un claro gusto neoclásico, que todavía hace más hincapié en su carácter oficial.

El Royal Palace

Algo que todavía se aprecia más si se decide visitar su interior, donde todo es suntuosidad. En ese sentido tal vez la máxima expresión sea su Salón Bleu donde se muestra un espectacular centro de mesa realizado en el siglo XVIII con plata, cerámica y cristal. También es visitable el Salón Goya, decorado con tapices basados en los famosos cartones pintados por ese artista español. Y no es la única habitación donde admirar la obra de un gran artista, porque en el Salón del Trono se descubren retratos realizados por maestros de la pintura de la talla de Rubens, Van Dyck o Jordaens.

El Hotel Belvue

En definitiva, en la actualidad este Palais Royal sirve para la celebración de grandes ceremonias oficiales, muchas de las cuales tienen lugar en la Sala de los Espejos y en la Gran Galería decorada con frescos de carácter alegórico. En el pasado algunos de los personajes ilustres que visitaban Bruselas se alojaban aquí, más en concreto en una de las alas del palacio, donde se conserva el Hotel Belvue, un lugar que no solo sirvió para hospedarse políticos, sino también relevantes hombres de la cultura europea como el literato francés Balzac o el músico húngaro Franz Listz. Hoy en día, las planta primera y segunda se este hotel se han transformado en el Museo Belvue, dedicado prácticamente en su integridad a recordar la historia de la monarquía belga, desde la independencia del país en 1831 hasta nuestros días. Rememorando los hechos más importantes de este periodo, ente los cuales tiene un lugar predominante la figura del popular monarca Balduino, al que se le recuerda con un sentido memorial.

photo credit: Oscar W. Rasson via photopin cc

Escrito por Armando Cerra