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Plaza de Santa Catalina

La Plaza de Santa Catalina se sitúa al noroeste de la Gran Place y es alcanzable tras un corto paseo atravesando otras importantes plazas del núcleo histórico de Bruselas como son la de la Bolsa o la de Brouckère. Una vez que se llega a ella se aprecia, que esta plaza está prácticamente ocupada en su totalidad por la iglesia que lleva el nombre de esa misma santa.

La visita a la Iglesia de Santa Catalina

A la misma Santa Catalina se dedica uno de los cuadros más importantes que posee este templo. Una obra realizada por el afamado pintor Crayer. Ésta, tal vez sea la obra de arte más valiosa que atesora la iglesia de Santa Catalina, pero no la única, ya que también dentro de ella se encuentra un monumento de comienzos del siglo XX dedicado al pedagogo español Miguel Ferrer, así como también está integrada en este templo la Torre Negra datada en el siglo XII.

Y es que la iglesia que hoy se visita se construyó en 1854, pero en el mismo solar hubo una anterior. De hecho, a la izquierda del templo todavía se eleva un campanario que perteneció a otra iglesia del siglo XVII, totalmente desaparecida.

El burgomaestre Anspach

Para llegar hasta la Plaza de Santa Catalina desde la Grand Place se hace necesario atravesar el Boulevard Anspach. Un nombre que de nuevo veremos en las proximidades de esta misma plaza, concretamente en el quai au Bois à Brûler, ya que ahí se ubica un monumento en forma de fuente dedicado a este personaje.

Caminando por las ciudades a las que viajamos es habitual comprobar cómo hay nombres de personajes históricos que se van repitiendo continuamente. Y es burgomaestre Anspach es uno de los habituales en Bruselas y en otros lugares de Bélgica. Por ello es bueno conocer la historia de esta figura tan recordada.

El burgomaestre Anspach en realidad fue un prohombre de Bruselas durante la segunda mitad del siglo XIX. Y de hecho, a él se debe el aspecto de ciertas zonas de la ciudad, porque fue uno de los impulsores de la profunda renovación urbanística que se llevó a cabo en la capital belga entre los años 1869 y 1879. Por eso, en su honor se construyó este monumento, cuyo emplazamiento original se encontraba en la plaza de Brouckère, precisamente el lugar al que desemboca, o comienza según el sentido de la marcha, el importante Boulevard Anspach que articula el tráfico de toda la parte occidental del núcleo histórico de Bruselas.

Dirección: Place Sainte-Catherine, Bruselas

Autobús:

  • Lineas con parada en las proximidades de la Plaza de Santa Catalina: 46, 47, 86, 88

Metro:

  • Sainte-Catherine: 1, 5

photo credit: mcosta1973 via photopin cc

Escrito por Armando Cerra

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