Cualquiera que visite Florencia estará de acuerdo en afirmar que la Plaza de la República no es la más espectacular de la ciudad, pero en cambio también afirmará que se trata de uno de los espacios urbanos con mayor vitalidad de toda la urbe.
Catedral de Santa María de las Flores | Duomo
La Catedral de Florencia está bajo la advocación de Santa María de las Flores, pero popularmente es conocida como il Duomo. El edificio que hoy vemos es el fruto de una larga historia en la que se mezclan diversos estilos artísticos y sobre todo aparecen grandes nombres del arte florentino, especialmente de creadores del Renacimiento.
Ver amanecer en Piazzale Michelangelo
Piazzale Michelangelo es un lugar de visita obligada en Florencia, y de hecho la práctica totalidad de turistas que hacen tours guiados por la ciudad llegan hasta este punto llano de la colina que rodea la ciudad. E incluso la mayoría de autocares de los viajes organizados dejan allí a sus ocupantes para que contemplen una amplia panorámica del casco histórico y los barrios florentinos.
Casa Buonarroti
Esta casa lleva como nombre el apellido de uno de los artistas más famosos y prestigiosos del arte florentino, italiano y mundial: Miguel Ángel. Y es así, porque Miguel Ángel adquirió el terreno donde se levanta la casa en el año 1508, y décadas después hizo construir el inmueble que se visita en la actualidad. De hecho, la propia casa es una obra suya, ya que se edificó siguiendo sus planos e indicaciones. No hay que olvidar que Miguel Ángel Buonarroti fue un artista total que destacó en diferentes disciplinas, especialmente en las artes mayores: arquitectura, escultura y pintura.
Museo Nacional del Bargello
El Museo Nacional del Bargello situado en Via del Proconsolo es un museo íntegramente dedicado al arte de la escultura. El edificio en sí mismo ya es una obra de arte al ubicarse en el interior de un palacio medieval con una apariencia de fortaleza inexpugnable, cuyas estancias fueron durante siglos la sede del Jefe de Policía, el Barghello, de ahí su nombre. Sin embargo, desde mediados del siglo XIX se transformó en el museo actual.
Plaza de la Signoria
Esta plaza está considerada una de las más bellas de toda Europa, y esa belleza se debe al extraordinario conjunto arquitectónico que posee, adobado con numerosas esculturas de primer orden artístico. A lo que hay que sumar que se trata de un espacio urbano siempre animado, por el que transitan turistas día y noche.
Galería de la Academia
La Galería de la Academia situada en via Ricasoli 60 es uno de los museos más visitados de Florencia, especialmente porque en su interior se conserva y expone una de las esculturas más famosas e importantes de Miguel Ángel, su David. Por esta razón se trata de un museo en el que generalmente es necesario hacer colas para acceder, y lo mejor para entrar es madrugar para que la espera sea menor.
Capillas Mediceas
Las Capillas Mediceas se hallan en la parte trasera de la Basílica de San Lorenzo y el acceso se practica por la plaza Madonna degli Aldobrandini. Se trata de un amplio conjunto que se concibió con la función principal de albergar las tumbas y sepulcros de la familia Medicis. Si bien, no sólo los integrantes de esa familia están aquí enterrados, ya que finalmente se incorporaron monumentos funerarios en honor de otros personajes relevantes de Florencia y de la Toscana, e incluso de artistas, ya que aquí está la tumba del escultor Donatello.
La Toscana
La región de la Toscana, con sus 10 provincias diferentes y sus casi 23.000 kilómetros cuadrados de extensión, es una de las zonas rurales más afamadas de toda Italia. En realidad se trata de un territorio que ofrece todo aquello que pueda desear el visitante. Desde sugerentes paisajes de suaves colinas hasta ciudades repletas de patrimonio artístico, pasando por una gastronomía deliciosa, playas, aldeas remotas, fiestas cargadas de colorido e historia, y todo tipo de actividades en la naturaleza.
Museo Bardini
La oferta de museos de arte en Florencia es muy amplia, y sin duda la Galería de los Uffizi, la Galería de la Academia o la Galería Palatina son los espacios museísticos más reconocidos y que se llevan todos los honores, y por lo tanto los lugares a los que se dirigen la inmensa mayoría de los turistas. Sin embargo, hay otros museos para los que no es necesario sufrir largas colas antes de entrar ni aglomeraciones en su interior, y además una vez que se conocen producen una honda satisfacción en el visitante. Ése es el caso del Museo Bardini.
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