Sin duda, la Galería de los Uffizi es el gran museo de Florencia y también uno de los museos de arte más importantes del planeta. Por eso no extraña que sea uno de los lugares más reclamados por los turistas que llegan a Florencia. Y todos ellos han de madrugar y pasar unas dos horas de media aguantando la fila antes de entrar al edificio. Pero la espera vale la pena una vez que se comienza la visita, porque en sus salas se contempla una colección de arte única que muestra la historia del arte italiano.

Historia de la Galería de los Uffizi

El germen de la colección de arte recae en la familia Medicis, quiénes durante siglos actuaron con grandes mecenas artísticos que encargaron o compraron todas estas obras maestras. Es tan amplia la colección, que la tenían repartidas en sus muchos palacios, pero finalmente recalaron en este edificio renacentista.

“Uffizi” significa oficinas, ya que cuando en 1560 se proyectó el edificio se concibió como la sede de las oficinas administrativas y judiciales de estado florentino. Afortunadamente, algo tan funcional hoy en día se ha transformado en un inmenso museo que requiere varias horas de visita solo para conocer las obras más importantes que contiene. E incluso hay personas que llegan a pasar en su interior toda una jornada. Sin embargo, como en todos los grandes museos, es mejor seleccionar que se quiere ver y ceñirse a ello para no terminar la visita cansado y agobiado de tanto arte.

Top ten de los Uffizi

Por esta razón aportamos una lista con las diez obras maestras imprescindibles de contemplar en la Galería de los Uffizi, un listado organizado con criterios cronológicos y no por calidad, ya que a cada visitante gustara un estilo artístico.

En primer lugar hay que mencionar tres tablas medievales de características góticas. Se trata de la Virgen de Todos los Santos de Giotto, la Virgen de la Trinitá de Cimabue y la exquisita Anunciación de Simone Martini.

Posteriormente habría que admirar los inicios del Renacimiento en los retratos de los Duques de Urbino de Piero della Francesca y por supuesto las dos joyas del arte de Botticelli, la Primavera y el Nacimiento de Venus. Desde ahí se hace necesario ver dos telas de dos grandes genios renacentistas: la Anunciación de Leonardo y el Tondo Doni de Miguel Ángel.

Y para concluir habría que ver como evolucionó el arte hacia el Barroco en el cuadro de Leda y el Cisne de Tintoretto. E igualmente hay que mencionar la obra de un artista no italiano, Rubens, que está representado con varios cuadros, especialmente con su obra de Entrada de Enrique IV en París.

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Escrito por Armando Cerra