Si se tiene la oportunidad de pasar varios días en Florencia no hay que dejar pasar la ocasión de acercarse hasta la cercana población de Fiesole. Situada en una de las colinas que rodean la ciudad y a tan sólo nueve kilómetros al noreste de la ciudad, salvables gracias a la línea de autobús público que llega hasta allí.

Panorámica de la Toscana

El contraste con Florencia es muy de agradecer, porque lo que en la ciudad es bullicio y multitudes, aquí es tranquilidad, si bien es cierto que cada vez son más los turistas que hacen esta escapada. Y es que Fiesole también propone un recorrido cultural de lo más interesante. Y además visitando este lugar se dispone de unas bellas vistas de esta zona de la Toscana, tanto es así que históricamente grandes literatos como Boccaccio o Marcel Proust quedaron prendados por el encanto del entorno de la población.

Por todo ello, Fiesole está acostumbrado a recibir visitantes, por lo que cuenta de una útil oficina de información turística, así como abundan tanto los restaurantes y bares como los alojamientos.

Fiesole, ciudad antigua

Sus orígenes se remontan al siglo VII antes de Cristo, cuando llegó a convertirse en una pujante ciudad etrusca. De ahí que una de sus grandes riquezas culturales sea el patrimonio arqueológico que posee en forma de templos etruscos y también de época romana, especialmente visible en las antiguas termas y en los restos de un anfiteatro del siglo I antes de nuestra Era.

Si se visita Fiesole durante los meses de verano se verá como este anfiteatro vuelve a recuperar su esplendor de antaño, ya que en este recinto se celebra un festival de jazz, e igualmente se hacen representaciones teatrales durante el Estate Fiesolana, el festival al aire libre más antiguo de toda Italia.

La visita a este complejo arqueológico se complementa con la entrada al Museo Bandini que muestra obras de arte de los inicios del Renacimiento. Y como contrapunto también se puede visitar el Museo Primo Conti, donde se expone la obra del autor de vanguardia del mismo nombre.

Y por supuesto los amantes de la arquitectura y el arte religioso también tienen una cita con la Catedral de San Rómulo y con la Basílica de San Alejandro, un templo del siglo XV situado en un enclave desde el que se disponen de unas amplias vistas del entorno, plagado por acogedoras villas campestres. Y más antigua y también más elevada todavía se halla la Iglesia de San Francisco del siglo XIV.

photo credit: Groume cc

Escrito por Armando Cerra